México, día 7 (9/feb/07)
Nos levantamos tarde porque ayer ganamos tiempo con el tour. Guanajuato ha sido un oasis de descanso.
Al desayuno Irene nos tenía piña, quesadillas y chilaquiles, pero los chilaquiles eran nada que ver con los que comí antes!! Era como un guiso de tiras de tortilla con pollo desmenuzado bien picoso. Le tuve que echar harta crema para neutralizarlo. Mi pobre chancho comió un poquito y ya no pudo más.
A la mamá del Seba la operaron y aún no hemos tenido noticias suyas, ni tampoco contestan los mails, así que al Seba se le ocurrió ver si Pilón estaba conectado en Messenger para que llamara a su papo. Fue rapidito, porque ya era la 1 PM en Chile (10 AM acá) y Pilón podría estar almorzando. Volvió feliz: sí estaba Pilón y pudo hablar con el Axzel, que le dijo que la mamá está bien, así que ahora se quedó más tranquilo.
Partimos el recorrido de hoy en el Museo Iconográfico del Quijote. Es bien chido!! Había muchas pinturas y esculturas representando al Quijote, a Sancho, a Dulcinea y los molinos. La pintura que más nos gustó se llama “Las visiones del Quijote” de Octavio Ocampo. Es la cara del Quijote hecha con varios elementos quijotescos, buenísima!! Lo malo es que no se podía sacar fotos a las pinturas, así que lo vamos a buscar en Internet. En el segundo piso había una sala con artículos de uso diario dedicados al Quijote, como un ajedrez, pisapapeles, naipes, etc. Todo bien choris!!
Después pasamos por la Universidad de Guanajuato y había una exposición rara, pero buena: Eran cabezas de guagua-muñeca, pintadas según un tema específico, como Mickey, Samurai, Grease, etc.
Al frente había un Cyber y aprovechamos de grabar un CD con las primeras fotos, porque ya nos quedaba poco espacio en la segunda tarjeta SD.
Luego fuimos a la casa natal de Diego Rivera. Lo fome es que sólo se podía sacar fotos a las habitaciones y no a los cuadros!! Estaba la habitación de la mamá con una cuna al lado, que se supone que era de él. En el segundo piso estaban los cuadros, habían varios retratos y algunos desnudos, como el típico de Frida Kahlo. Había un cuadro que pintó a los 12 años… increíble!! demasiado seco él. En otro salón había un mural buenísimo que mostraba personajes mexicanos. ¡Que ganas de haberle sacado una foto! En todo caso, no era el original porque no estaba pintado en la pared.
Después nos fuimos a almorzar. Como los 2 andábamos con la panza más o menos, fuimos a un Domino’s Pizza. Pedimos una “Perfecta” que era barata (121 pesos, como $6.500) porque es nueva. Tenía queso bajo en calorías, jitomate, champiñones, albahaca, pimentón y cebolla. Estaba super rica!! Aunque acá no le echan la base que usan en Chile (de hecho no le echan base, parte al tiro con el queso). Acá tienen 4 tamaños de pizza, el más grande es una cuadrada gigantonísima! Ah! Y adentro de la caja de la pizza venían 2 sachets de salsa de Jalapeño!! Que divertido que no pueden vivir sin chile los mexicanos.
Luego bajamos a una calle a sacar fotos (recuerden que acá muchas calles son túneles), el Seba quedó chocho con sus fotos casi profesionales. ¡Yo también!
Y de repente se puso a llover bien fuerte. Fuimos al Callejón del Beso, pero como llovía tanto sacamos una foto rapidito y nos fuimos. Es un callejón tan estrecho que los balcones de 2 casas están casi pegados (uno frente a otro). La leyenda dice que una niña bien se enamoró de un minero. Una noche el papá la pilló besándose con él aprovechando los balcones y la mató. Tiempo después el minero se tiró por un hoyo de la mina: Romeo y Julieta mexicanos =). Como llovía, nos metimos a varias tiendas a ver poleras de Guanajuato para los niños. A mí me encantaron, pero eran caras, así que no compramos ninguna.
Caminando por ahí, vimos un negocio que vendía cosas de Cowco y empezamos a buscar una mochila para la Elisa. La niña, bien amorosa nos dijo dónde podían tener, “pero debe estar cerrado, aquí somos flojos y abrimos como a las 18:30”. Esa tienda quedaba cerca del hostal, yo la había visto cuando pasamos el primer día en el camión. Tenían unas mochilas bellas, pero poco stock (sólo las de la vitrina, que estaban sucias), así que mejor vamos a comprarla en otro lado. Yo amé un bolso deportivo de Wamba!! Así que me lo compré y quedé feliz feliz!!
Después subimos al hostal y el Seba se durmió. Yo bajé al Internet a ver hostales en Morelia, pero en Hostelbookers decía que no había disponibilidad en ninguno!! Así que anoté el teléfono del hostal Allende y les mandé un mail, y por si acaso anoté dirección y teléfono de varios más. También busqué en Playa del Carmen y sólo pillé 2 cosas: uno caro y otro que son cabañas. Ya veremos qué hacer.
A Irene le regalé 15 pesos chilenos para su colección de monedas del mundo, porque no pillé ninguna más. Y después me fui a acostar.