Es increíble cómo las cosas cambian sin que nos demos ni cuenta!!!
Para el 18 viajamos a Brasil con mi familia. Fuimos 7 personas: mis papás, mis 3 hermanos, el Seba y yo. Pero el 3 de octubre nos enteramos que en ese viaje éramos 8 personas, pues llevamos un pirigüín recién empezando a formarse en mi panza. Así es como, 10 días después de que volvimos de Brasil, nos cambió la vida al descubrir que vamos a tener un bebé.
Por otra parte, desde hace un buen rato yo estaba aburrida de mi trabajo, estaba cansada de hacer lo mismo día tras día desde hace 2 años y, además, iba a enfrentar un cambio de jefe, porque al mío lo ascendieron y cambiaron de área. Así, el 23 de julio llegó mi nueva jefa, pero desde que nos contaron quién sería yo caché que la cosa no iba a andar bien. Y no me equivoqué: no sólo nunca nos llevamos bien, sino que la no-relación iba de mal en peor, agravada por el proceso de presupuesto en el que estábamos (que es la época más pesada y estresante del año) y por los primeros síntomas de mi embarazo: mareos y sueño, que tenía que tratar de disimular. Es así como, hace justo un mes, me despidieron. Sí, como lo leen, el 11 de octubre (el mismo día que ibamos a hacernos la primera eco), a las 5 de la tarde esta niña me llama a una sala de reuniones y me comunica que desde ese minuto ya no pertenezco a la compañía. Yo en ese momento le comuniqué que no podía hacerlo porque estaba (estoy) embarazada... quedó un poco sorprendida, pero me dijo que la compañía no sabía eso, así que tenía que tomar mis cosas e irme de inmediato. Así que me fui po. En realidad, no me trató muy bien que digamos, lo cual reafirmó la impresión que siempre tuve de ella, pero tampoco me iba a poner a patalear ahí mismo porque la prioridad en ese minuto era irme a ver a mi bebé por primera vez.
Llegando a casa me comuniqué con dos amigas del foro que son abogadas (la Lore y la Deby) para preguntarles bien cómo es la ley de las embarazadas en el trabajo y qué tenía que hacer. Y la ley es clara: la embarazada es intocable desde el momento de la concepción del bebé. Así que al otro día (viernes) en la mañana partí a RRHH con un certificado de embarazo. Y, nuevamente, todo cambió: me trataron super bien, me dijeron que mi jefa hizo muy mal porque si no sabía tendría que haberles preguntado qué se hacía en ese caso; y que me tenían que reubicar pero no en cualquier parte: en un lugar donde yo me sintiera cómoda. O sea, si me ofrecían algo y no me tincaba, que les dijera que no no más, porque lo más importante era mi bienestar. ¡Qué heavy! Pasé de ser indeseable a tener todo el poder. Y después subió a hablar conmigo el gerente de mi área (jefe de mi jefa), me dijo que me tomara la semana siguiente libre mientras buscaban dónde reubicarme y volviera a hablar con él al lunes subsiguiente. Así, tuve una semana de vacaciones gratis y, cuando volví el lunes fijado, me dijo que habían encontrado dónde ponerme, me explicó de qué se trataba el puesto, me gustó, y me dijo que el único "problema" era que iba a tener que tomarme otra semana más porque por el momento no tenían dónde ponerme físicamente. Así que, mejor aun: tuve DOS semanas de vacaciones gratis. Esas dos semanas fueron lo mejor: descansé muchísimo, boté toda la mala onda acumulada por tanto tiempo, almorcé todos los días con el Seba, comí hartas verduras y todos los días me hacía juguitos naturales.
Y así, hace 2 semanas volví a trabajar, pero a un puesto nuevo. Ahora trabajo en otro edificio (pero a un par de cuadras del otro), en un puesto mucho más relajado, con un espacio físico muchísimo más cómodo, con un jefe que no molesta nada y con gente que me ha tratado muy bien. Ahora no me despierto chata por tener que ir a trabajar y no paso todo el día rabiando, ¡al contrario! Voy feliz, lo paso bien y vuelvo a casa contenta, a las 18:30!!!
¿Ven como todo cambia? Lo importante es saber soportar esos malos períodos, que pueden parecer interminables pero siempre, tarde o temprano, terminan. En junio yo estaba chata: quería cambiarme de trabajo pero no podía porque quería tener un bebé. Pero ese bebé no llegaba!! Y a fines de septiembre decidí que si ese mes no nos resultaba el bebé iba a renunciar no más, aunque no tuviera otra pega bajo la manga y tuviera que retrasar los planes de bebé un par de meses. Media semana después descubrimos al bebé y una semana después me despidieron. Y desde ese momento todo empezó a mejorar!!! Siempre que digo que lo mejor que me pudo pasar es que me despidieran me miran un poco con cara de "esta está loca"... pero de verdad lo siento así y, si lo piensan, verán que así es. Hay que mirar el vaso mitad lleno, ¿no?