México, Día 4 (6/feb/07)
Nuestro último día en el DF, una ciudad llena de cultura, donde se mezcla lo moderno con lo antiguo, con un zócalo lleno de vida (y muchísimos vendedores ambulantes tipo feriantes, bien gritones!), pirámides, museos, parques… todo en el mismo lugar!Me gustó mucho la ciudad, aunque estéticamente no es linda (fuera de las construcciones patrimoniales)... me recordó el sector de Estación Central, con casas antiguas y mal tenidas. En todo caso, nos faltó harto por recorrer!!!
Anoche me dormí temprano, como a las 10, así que descansé harto… me hacía falta!! Hoy nos levantamos un poco más tarde porque nos quedamos regaloneando. En el desayuno había unas vienesas picadas con cebolla y crema bien ricas, que las comimos con pan (parece que acá lo comen con frijoles xq había una fuente vacía). También había hotcakes, que son panqueques pero más gruesos, más chicos y como con más huevo.
Decidimos no ir a Querétaro y en vez de eso visitar el Palacio Nacional, que abre a las 10. Hicimos hora en internet viendo mails y reservando el hostal de Acapulco. Hoy por fin no hace frío, está nublado pero con calorcito.A las 10 volvimos a nuestra habitación (la Nº 35) a guardar todo. Nos vamos con recuerditos y muchísimas experiencias increíbles. Hicimos el check-out y guardamos las mochilas en un cuartito especial.
Para entrar al Palacio Nacional (la casa de gobierno) hay que mostrar una identificación y abrir las mochilas. Se suponía que había visitas guiadas, pero esperamos hasta que nos aburrimos y los guías nunca se dignaron a empezar… mala onda los gallos!!! Así que filo con ellos.
Entrando al Palacio hay un patio central con una fuente de un pegaso, que es una reconstrucción de la original que se destruyó. Luego fuimos a la escalera y ¡¡guau!! …un mural de Diego Rivera espectacular, de lado a lado del muro, con toda la historia mexicana. Realmente lindo, no podría describir lo lindo que es. Qué ganas de tener una cámara que saque panorámicas… hicimos una artesanal, sacando una foto tras otra a la misma altura y distancia, vamos a ver cómo resulta!! (Nota: resultó!!! Click para verla más grande).

En el 2do piso había más murales, de los distintos indígenas mexicanos y de la llegada de Hernán Cortés, que está pintado bien grotesco, como Cuasimodo… nos dio mucha risa!! Se supone que Rivera lo hizo basándose en relatos históricos, pero yo creo que fue con pica…... Compramos un folletito con postales de los murales, con una explicación de cada uno, muy bueno xq dice en qué fijarse y así se entiende todo muy bien.
En el Palacio Nacional nos demoramos más de la cuenta porque nos fascinó, así que después partimos rapidito al hostal a buscar las mochilas y nos fuimos en metro a la terminal del norte. Pensamos que hoy iba a estar lleno el metro, pero es lo mismo que en Stgo. no más. (Repito, esto fue escrito antes del Transantiago).

El bus es como los clásicos en Chile, pero sin baño. En la ciudad paró varias veces y gritaban ¡Querétaro! y ¡San Miguel!, igual como en Viña gritan ¡Quilpué! =) Son bien gritones los mexicanos, aunque igual son super sumisos, como que no pelean ni reclaman nunca (al revés que los cubanos!!).
Las mujeres siempre andan bien peinadas, con una cola de caballo bien tirante, y se maquillan bonito. Les gusta harto el rosa. Los chavos usan el pelo con gel, pero los cuates no. Casi todos son morenos, ¿por qué en Chile somos más blancos? Hemos visto varios “personajes típicos”, como la abuelita de trenzas largas, el tipo Pancho Villa, etc. En el metro vimos a un niño con uniforme: pantalón gris a cuadrillé, camisa blanca con el primer botón abierto y sin corbata y chaleco verde sin mangas.
Es raro, llevamos 4 días no más y hemos visto tantas cosas que se nos ha hecho mucho más!!! Que rico porque lo hemos aprovechado harto y estamos felices.
Ayer al llegar al hostal nos dio risa que al recepcionista le impresionó que de Teotihuacán hayamos ido a la Basílica de Guadalupe por nuestra cuenta. ¿Serán tarados los gringos o qué? Porque es cosa de agarrar un mapa del metro y listo! Cero dificultad!
La carretera a San Miguel de Allende es grande, tiene 6 pistas por lado!!! Llegamos a Querétaro en 3 horas exactas. Estuvimos 5 minutos y partimos. Por la ventana vimos un poco de la ciudad, es como un DF más chico, el mismo estilo.
Tomamos un taxi desde la terminal al hostal (Hostel Inn) por 25 pesos. Al llegar no me daba buena espina, pero entramos y está bien chido!! La pieza es otra cosa respecto a la del DF, hasta tenía un espejo y un cuadro y un cubrecama lindo. La dueña se llama Rosi y su esposo Luis. Tienen una hijita de casi 2 años que se llama Andrea, muy rica!!

Hicimos el recorrido nocturno por la ciudad, que era ver las iglesias de noche (acá hay más iglesias que gente), pero hacía demasiado frío y nos congelamos… así que pasamos a comprar cosas para el desayuno (huevos, leche) y dos sopas instantáneas para tomar en la pieza, pero al llegar al hostal la cocina estaba cerrada, así que nos acostamos rapidito y nos tapamos hasta las orejas :D ¡Mañana será otro día!