México, Día 5-a (7/feb/07)

Lo malo de nuestro hostal (Hostel Inn) es que no incluye toallas ni desayuno, menos mal que trajimos las nuestras por si acaso. Mi Seba preparó los huevos revueltos y fue temprano a comprar pancito fresco. Desayunamos conversando con Rosi y jugando con Andrea.

Como hacía tanto tanto frío, buscamos una tienda donde comprarme algo abrigador. Los negocios acá son chiquititos, típicos negocios de barrio. Me compré una sudadera rosa… ¡me cambió la vida! Es calientita y linda. Y hasta parezco mexicana: de rosa, con cola de caballo y brillo en los labios =)
Comenzamos nuestro recorrido nuevamente en el Jardín. La parroquia es tan distinta de día, se ve rosadita porque está hecha con piedras de cantera rosa. Por todos lados está lleno de gringos, algunos vienen de paseo (vimos hartas patentes de Texas) y muchos viven acá porque es uno de los mejores lugares para jubilarse.

Visitamos la parroquia y el Templo del Reloj, que estaba en restauración, y luego la iglesia de San Francisco, que tenía una estatua de Francisco muerto en un ataúd, con la inscripción “loado seas mi Señor por la hermana muerte”. Me acordé de Edu y la canción que nos enseñó del Hermano Sol.

Después subimos por El Chorro hasta el Parque Benito Juárez, muy lindo! Y seguimos subiendo eternamente por el Callejón del Chorro hasta el mirador, que tiene una vista espectacular a la ciudad!! Ahí nos encontramos con un mexicano que andaba con su hija, quien vive en USA y venía por 3 meses a estudiar español!!! Muy freak!! El nos contó que todo el movimiento de la independencia se planeó aquí en San Miguel (en las fiestas sociales, cuando estaban todos pasaditos, se juntaban los insurgentes a conspirar), pero los pillaron y huyeron a Dolores y por eso se llevó a cabo allá y se tiene todo el mérito en los libros de historia. A todo esto, que choro que a estos pueblos les cambiaron de nombre añadiéndoles el apellido de los insurgentes: Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, Morelia (se llamaba Valladolid).


Y después de tamaña subida nos dio hambre, así que de vuelta en el Jardín preguntamos en una oficina de información turística dónde comer a precio no-gringo y nos fuimos a un localito bien chido a almorzar. Comimos milanesa de pollo con arroz y ensalada el Seba, y enchiladas rojas con pollo yo. Luego fuimos al Oratorio de San Felipe Neri, que estaba cerrado pero pillamos una puerta lateral abierta y nos colamos, jeje. Estaban haciendo aseo, así que nos fuimos rapidito.

Después volvimos al hostal a buscar las mochilas y tomamos un taxi para irnos a la central de autobuses. San Miguel me encantó, es super bello y bien cuidado! Para conservar la estética de la ciudad todas las construcciones nuevas en el centro tienen que mantener el estilo del resto; sólo en la periferia se pueden hacer casas “modernas”.

Igual fue raro escuchar tanto inglés en las calles y ver tanto abuelo gringo paseando perros =) Y me dio risa que está lleno de iglesias por todos lados!! Hay más iglesias que gente =P
Las calles son super estrechas, tanto que los Ceda el Paso y Pare son unos cartelitos chicos azules pegados en los postes o en las esquinas de los muros! Lo mismo los nombres de las calles: son cartelitos bien bonitos en las paredes. Bien pintoresco la verdad =)

En la central compramos boletos a Guanajuato en Primera Plus, en un bus tipo Tur Bus Ejecutivo. Al subir nos dieron una bolsita con snack y una bebida (la mía es de toronja, como la Quatro). Nos pusieron la película Bon Voyage, super buena!!! Pero vimos hasta la mitad no más y nos tuvimos que bajar. En Chile la vamos a buscar para verla completa =)

El camino a Guanajuato tiene hartas curvas, hasta me marié de tanto dar vueltas!! Llegamos como a las 5. Al bajar del bus fuimos a una oficina de información turística para averiguar cómo llegar al hostal y a pedir folletos, pero terminaron vendiéndonos un tour!! Y de regalo una postal, ja!! =)

... Continuará