México, Día 2 (4/feb/07)

Despertamos a las 7:30. El desayuno en la terraza eran tortillas con fríjol (¡obvio!) y queso, cereales con leche, pan con mantequilla y mermelada y té. ¡No hemos parado de comer porotos!

Partimos al zócalo a las 8:30. Entramos a la catedral, ¡es preciosa! Había un altar de los 7 arcángeles que al Seba le encantó, una estatua de San Martín de Porres (el de Cirilo), etc. Sacamos muchas fotos!

Después fuimos al Templo Mayor, que es donde descubrieron las ruinas de Tenochtitlán. En el camino había un señor vendiendo marionetas. “Cuestan 90”, nos dijo, pero era caro. “Bueno, llévelo en 80 porque me quedan pocos”. “Ya, en 70 para la señorita”... al final, terminamos en 50, que ya era razonable.

En la fila del Templo Mayor descubrimos que era gratis por ser domingo… y ahí nos acordamos que los domingos todos los museos son gratis. ¡Bkn!

El Templo Mayor fue descubierto cuando estaban excavando detrás de la catedral para construir algo, pero se encontraron con la cima de la pirámide de Tenochtitlán y excavando descubrieron más y más cosas. Los españoles al llegar cubrieron toda la ciudad y construyeron encima. Incluso debajo de la catedral hay más ruinas…

Todo el recorrido estaba explicado, mostrando las etapas constructivas: a veces cuando llegaba un nuevo rey, agrandaban hacia afuera la pirámide para que fuera mejor que la del rey anterior, llegando así a tener 7 etapas. Súper lindo! Había estatuas de serpientes y ranas, figuras pintadas, etc. Me encantó! Nos llamó la atención que había hartos turistas mexicanos y además sacaban fotos con los celulares, casi nadie tenía cámara. A la entrada había unos muros que tenían grabadas las impresiones de un español, un fraile y un poeta al conocer Tenochtitlán en aquel entonces.

Delante nuestro iba un guía con muchos chavitos que le decían maestro, así que parece que era un paseo de curso. Nos colamos varias veces a escucharlo, jejeje. =)

Al final del recorrido entramos al museo. ¡También me encantó! Había muchísimas cosas: braseros de todas formas y tamaños, huesos, serpientes de piedra, 3 tipos de ofrendas (las que cubrían con tierra, las que ponían en una caja de piedra y otras que no me acuerdo), un muro con calaveras que el Seba amó y unas estatuas del hombre águila y el dios de la muerte, demasiado choras!! Lo único malo es que nos costó sacar varias fotos porque había mala luz y no se podía usar flash.

Terminada la visita fuimos a la tiendita típica y compramos un mapita bello que voy a enmarcar =)

A la salida había un puesto de chocolate, pero de verdad!! Nos dieron en la mano un poco molido, había frutos del cacao enteros y partidos y después vendían barritas de chocolate que obviamente compramos. Eran duras pero exquisitas!!!

Después pensábamos ir al Palacio Nacional pero en una caseta de informaciones nos enteramos que estaba cerrado porque mañana es feriado (día de la constitución). Creo que mañana va a haber cosas en el zócalo, pero no vamos a estar. Igual mejor, porque podría quedar la escoba con los opositores al presidente.

Nos fuimos caminando a la alameda, que no le encontré ninguna gracia (ni siquiera había álamos!). Ahí estaba el museo de Bellas Artes, que era enorme y de mármol. Había una fila interminable para entrar, nunca habíamos visto una tan larga!!!

En la calle lateral del museo había una pista para el trolebús, que es como el de Valpo pero más moderno y va en sentido contrario al tránsito vehicular. En el camino pasamos a un 7 eleven a comprar unos burritos (¡con frijoles!) y papitas Sabritas =) Después tomamos el metro hacia Chapultepec. Era un metro muy normal, como los de la línea 2 pero más feo, y ni siquiera iba lleno.

Como es fin de semana largo, había muchas familias paseando por el parque, seguramente varias vinieron de visita al DF. Compramos máscaras de lucha libre para los niños: Místico, Dos Caras, Camaleón y Rey Misterio. ¡Buenísimas!

Subimos al Castillo de Chapultepec (también gratis). En la entrada había unos carruajes que usaron Maximiliano y Carlota, hermosos!!!, pero no nos dejaron sacar fotos… ¡qué rabia! En todo caso, en casi todos los salones sacamos cuando no había guardias cerca.

Visitamos el castillo, lo amé!! Vimos la recámara de Carlota, el salón de los acuerdos, el comedor (gigante!!), etc. Subiendo la escalera había unos vitrales bellos sobre la fertilidad y un jardín precioso lleno de coronas del inca. Igual había un ascensor que era de 1800!!!

Terminado el recorrido había un museo de historia (ídem con las fotos). Había uniformes y armas, periódicos, libros y muchos murales preciosos. Había uno pintado en madera que después cachamos que había sido como un ropero (tenía bisagras y cerradura) y la embarró pa lindo. Varios murales de Benito Juárez y las batallas. Nos impresionó uno donde estaban peleando un soldado español con un hombre águila… el indígena atravesado con la espada y el soldado con una lanza enterrada en el cuello. ¡Heavy! No entiendo la fijación de los mexicanos con la muerte… Debajo de ese mural había 2 bustos: a un lado Cuauhtémoc y al otro Hernán Cortés. El museo iba avanzando en la historia, terminaba en el siglo XX con teléfonos, telescopios, etc. Salimos cerca de las 5, cuando casi estaban cerrando.

En el camino vimos una ardilla, pensamos que eran típicas pero ¡todos estaban tan fascinados con ella como nosotros! La pesota se movía rápido y costaba sacarle fotos.

Luego fuimos a la laguna y nos quedamos un buen rato sentados descansando las patitas. Después pasamos a comer unas quesadillas bien picosas que supuestamente no picaban nada, y un chocolate caliente y capuchino para el frío.

Volvimos al zócalo para la misa de las 7 en la catedral, que era con mariachi. Empezó la misa con el sonido de un órgano y el “Juntos como hermanos”… ¿y los mariachis? Había pésima acústica, no se entendía nada. Las lecturas las leímos del típico papelito y en la homilía el obispo (o quien fuera) leyó una cuestión eterna (cero improvisación) que ni siquiera se entendía mucho y con la cual los dos nos dormimos, ups!!! Pero pasó piolita, jajaja. Así que terminada la homilía nos fuimos de vuelta al hostal, a descansar mucho rato, leer sobre el paseo de mañana y “bajar las fotos” (que nunca hicimos porque nos congelábamos en la terraza y la conexión de Internet era tan lenteja que no pudimos mandárnoslas por mail, así que mejor vamos a llenar las tarjetas y después grabar un CD donde se pueda).

No alcanzamos a ir a Coyoacán ni a la basílica de Guadalupe, ojalá mañana nos alcance el tiempo para visitar alguno de los dos lugares.