México, Día 3 (5/feb/07)

Nuestro día comenzó 30 minutos antes que ayer (o sea, a las 7). Al desayuno había chilaquiles: unos como nachos en salsa verde picosa con frijoles molidos y crema. El Seba ya está chato de los frijoles y el chile, no quiso ni probarlos. Yo comí, pero después me tomé un omeprazol por si acaso, jejeje. Al lado nuestro se sentaron dos argentinos inconfundibles: por la pinta ¡y por el mate! =)

Al salir del hostal había mucha gente yendo en sentido contrario al zócalo, quizás había un acto o una protesta por el día de la constitución. Estaba lleno de policías y otros vestidos de gris y negro que deben haber sido fuerzas especiales. Tal vez es mejor que no hayamos estado en el centro hoy, que suerte!

Tomamos el metro hacia los Autobuses del Norte. Iba lleno como en Stgo. a una hora no tan peak (Nota: recordar que esto fue escrito antes del Transantiago!!!). Los cambios de línea en el metro se llaman Correspondencias... la primera vez que vi un cartel que tenía una flecha y decía Correspondencia yo pensé ¿se mandan cartas por el metro? jajaja. En la correspondencia de la estación de La Raza (cambio de la línea 3 a la 5) el camino era eterno, pero íbamos entretenidos: primero había fotos de animales, después fotos del desarrollo de un embrión-feto, luego pasamos por la “bóveda celeste” que era como un túnel que tenía las constelaciones fosforescentes (lindo!!) y luego fotos del sol y la vía láctea tomadas con distintos elementos. ¿Ven que era eterno? =)

En la Terminal según Lonely Planet había que ir hacia la salida 1, pero después de llegar allá y no encontrar lo que buscábamos, preguntamos y era en la 8, para el otro extremo!!! Rabiamos harto pero después cachamos que la puerta 1 de la que hablaba era en Teotihuacán, jajaja que lesos =) Compramos los pasajes en Autobuses Teotihuacán para el bus de las 9:45 (o sea, en ese mismísimo instante). Partimos corriendo y nos subimos. El bus era viejo, con vidrios polarizados y sonaba cuando el conductor le ponía un cambio. Mirando por la ventana nos dimos cuenta que no hemos visto perros callejeros… raro porque en Chile está lleno!!

El día está como ayer (nublado) pero más frío. Al menos no llueve!! La lata es que no trajimos ropa muy abrigada y menos parkas, así que nos pusimos el Seba 2 poleras y yo 2 chalequitos con el polerón con cierre encima. Ojalá no muramos de frío!! Sería una lata resfriarnos… ¡feliz me pondría un gorrito de lana!

Nos demoramos 45 minutos en llegar a las pirámides. No había visitas guiadas, sólo un mapita fotocopiado. Poniendo un pie dentro del recinto ya empezaban los vendedores a hostigar, había por todos lados y vendían las mismas cosas. Una lata!!!

A la entrada había un show de unos gallos vestidos raro, colgados de los tobillos y tocando flauta mientras giraban. Después que llegaron al suelo posaron para los gringos, que estaban fascinados con eso tan very typical.
Entramos por la puerta 1, frente a la ciudadela y la pirámide de Quetzalcoatl. ¡Súper linda! Bien empinada pero bajita. La bajada da un poquito de susto porque los escalones no son muy anchos y hay que ir de ladito...

Después tomamos la Calzada de los Muertos, la calle principal de la ciudad, hacia el norte: a la pirámide del Sol. Íbamos con un poquito de nervios porque es gigantona, la tercera más grande del mundo (70 metros). Pero al llegar vimos que no es tan empinada y tiene varios descansos, así que nos cansamos pero nada terrible.


La vista desde arriba es bacán, además se siente tan rico llegar!!! Sacamos varias fotos “artísticas” y un video. La bajada era fácil. Ah, obvio que hay que ir con zapatillas y pantalones cómodos... no faltó la ridícula con tacos!!! Ufffffff.














Después seguimos al norte hacia la pirámide de la Luna. A la izquierda de la plaza de la Luna estaba el palacio de Quetzalpapálotl, que era como una casa sin techo. Cada habitación tenía un baño (o sea, un hoyo en el suelo y drenajes). Ahí mismo había varias pinturas y grabados, todo muy lindo. Al lado del palacio había un baño y una tienda de comida donde compramos unas cositas para picotear a modo de almuerzo (obvio que yo me compré papitas!!).

Luego fuimos a la pirámide. Es más baja que la del Sol pero nos cansamos más porque es más empinada y quizás tb las piernas ya estaban más cansadas. Desde la cima se podía ver toda la ciudad, se veía súper choris. Hicimos otro videíto y nos fuimos.


Pasamos de nuevo por Quetzalpapálotl hacia la salida (puerta 3). Había hartos puestos de artesanías, nos compramos unas poleras negras (2x150) y un mantel en 200, ambas cosas regateadas por supuesto. Había sombreros charros a 150 pero vamos a comprar después.

Esperamos el bus como 10 minutos, lo tomamos a las 15:45. Un poco más allá se subió una niña y le dijo al conductor “¿hay que pagar al tiro?”…... ¡chilena! Andaba en las mismas que nosotros, una ingeniera de la Chile. Que divertido reconocernos por la forma de hablar!!

Después que se subió la niña se puso a llover, pero al avanzar hacia el DF se iba despejando y hasta salió el sol un ratito. El bus pasó por San Juan de Teotihuacán, un pueblito chico. De repente se subió un guardia y dijo que había que pararse para que nos revisara. Yo no sabía si era broma o en serio!!! Partió por atrás y los señores se paraban de a uno. A nosotros nos saltó y a la niña con su amiga gringa igual. Al parecer el control era sólo para los hombres mexicanos... igual raro!!

El bus era de segunda, pero muchísimo mejor que el de ida… no tenía nada de “segunda”. Nos bajamos en la estación Indios Verdes del metro y partimos hacia la basílica de Guadalupe con algunas gotas cayendo del cielo. Con la Lonely Planet y el mapa del metro, andamos super bien ubicados todo el rato!!

La basílica original literalmente se está cayendo, está llena de andamios (que en verdad es “reticulado estructural de soporte de las vigas”, según me indica mi marido) para afirmarla. Vista desde afuera se nota que está inclinada!! Por tal razón se construyó una nueva basílica al lado, pero con una onda muy distinta (más latina y moderna), en cuyo interior estaba la imagen de la virgen y todas las banderas americanas porque la virgen de Guadalupe es la patrona de Latinoamérica. Me gustó más la basílica antigua, que está llena de pinturas hermosas y estatuas de Jesús (niño, sagrada familia, en la pasión, crucificado, resucitado) y todas esas cosas que me gustan. Había alcancías para donar plata para la restauración de la basílica, pero el Seba no quiso dejar porque por lo mal que está estructuralmente es imposible repararla... y si lo dice él yo le creo =)

Entre ambas Basílicas había una estatua gigante de Juan Pablo II y estaba el papamóvil en el que paseó las 5 veces que vino a México… bello! Al lado de la basílica original había una capilla de las hermanas capuchinas o algo así y frente a la nueva estaba el carillón. Entre éste y las capuchinas estaba el lugar donde vivió Juan Diego, el santo al que se le apareció la Virgen, y más atrás estaba la Capilla del Pocito, que tenía un pozo y fue donde pasó a orar Morelos camino a su ejecución. Me dio risa que todos miraban hacia el fondo del pozo y yo muy intrigada no sabía si se veía algo o qué… hasta que le pregunté a una señora qué estaban mirando y me dijo que era para ver si se veía el fondo… ¡plop! jajaja.

Detrás de Juan Pablo II había un cerrito y subimos para ver qué había… menos mal que subimos!! En la cima estaba el lugar donde se apareció la Virgen de Guadalupe (había una capilla en su honor). Tenía una preciosa vista a las basílicas y a la ciudad.

Me gustó muchísimo la visita, que rico que alcanzamos a ir!!!

Salimos de la basílica cuando ya estaba casi oscuro. Alcanzamos a verla iluminada, bello bello. Luego íbamos pensando en comer y justo pasamos frente a un Burger King. El Seba me miró con ojos suplicantes… necesitaba comer “comida normal” jajaja. Era casi igual que en Chile pero con 2 diferencias: primero, vendían jalapeños apanados rellenos de queso crema!!! Y además los tamaños eran distintos: compramos una bebida mediana y era como una grande de Chile. Serán de litro las grandes?? Comimos whopper queso con aros de cebolla y papas fritas con catsup.

Después tomamos el metro hasta el zócalo. Al salir estaba lloviendo suave pero con gotas gordas que nos mojaron harto. Llegué derechito a la cama… mañana supongo que escribiremos a casa!!